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viernes, 22 de junio de 2018

De Mente y Mentalistas

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Mentalismo
          
             Usualmente se juzga al Cristianismo por su coherencia entre sus postulados y la conducta de sus seguidores (Cristianos), cuando lo correcto para juzgarlo en todo caso sería la coherencia entre sus postulados, debido que los postulados religiosos de todas y cada una de las religiones en el mundo son propuestas para creer, para vivir, para amar, y fuera de lo que yo en particular pueda creer de cuál es la verdadera fe, siempre han sido eso propuestas, pues ¿Qué diferencia hay entre creer que el Hijo de Dios se encarno y habito entre nosotros y creer que no se hizo carne y todavía estarlo esperando como mesías?, o ¿Entre quien cree en Dios y quien no cree?, ambas aunque antagónicas forman parte de un creer, de una propuesta de vida, y el creer o no va modificar sustancialmente nuestra forma de ver la vida, y nuestra intimidad, sobre todo frente a los temas tan delicados para el ser humano.
                La Iglesia enseña que todas las religiones contienen de alguna manera elemento del Dios verdadero y que si somos movidos por nuestro corazón y nuestra conciencia a seguirla, Dios juzgara según lo que hayas conocido y sobre todo la motivación mas intima de ese actuar, de vivir, esta vida en la que estamos todos inmerso con sus problemas comunes y particulares.
                Y sobre todo y en particular me viene a colación el tema del decálogo o comúnmente conocido como los diez mandamientos, a estos se le mencionan también como mandamientos de la ley natural, y me parece que si con naturales pero no por ser fáciles de cumplir sino porque crean condiciones de convivencia deseables para todos, condiciones que de darse es natural que todos nos llevemos bien y seamos buenas personas a la vez con todo, en todo y con todos.
                Por ejemplo: “No levantar falso testimonio” nos protege entre otras cosas del chisme y aquellos que alguna vez hemos sufrido por este flagelo sabemos cuántos problemas estos nos trae en materia de convivencia, así como también podemos hablar del mandamiento de “No matar”, esto nos trae condiciones deseables para todos, sobre todo para aquellos que aman a quien nosotros eventualmente tenemos problemas personales.
                El decálogo tiene mandamientos que eventualmente deben exteriorizarse pero primero deben creerse y amarse en nuestros corazones y pecados que en contraposición de este mismo decálogo, guardamos en lo más profundo de nuestros corazones, e inclusive muchas veces no somos conscientes de su existencia.
                Cada cristiano está invitado por esta propuesta de vida, pero analizando la propuesta no tiene contradicción entre sí con el sistema de creencias cristianas.
                Ahora no pasa así con los postulados del mundo, que frecuentemente se contradicen entre sí, y a razón que tenemos en el ambiente toda una explosión de seudo-religiones mentalista (llamada como metafísica), nos inundan en los medios con el postulado que “todo está en mente”, este postulado tratan de acoplarlo a la moral cristiana, e inclusive existe una corriente que se conoce como metafísica cristiana, pero sus mismo postulados terminan por chocar entre sí con la adoptada moral cristiana.
                Frecuentemente nos explican: “todo está en la mente, debemos ser positivos esto mejora nuestras conexiones neuronales y atrae hacia nosotros las buenas energías y de esta manera lograremos todas nuestra metas y proyectos”, pero posteriormente estos mismo idearios del mentalismo, te pueden llegar a decir que también es cierto que si en el plano de la sexualidad para una persona casada, en determinado momento puede masturbarte pensando en otra persona y esto no es malo, e inclusive no constituye una infidelidad para con tu pareja.
                Cosa que el cristianismo si es verdad de no se niega la supremacía de la mente, pero tampoco nos atrevemos a decir que sea el origen de todas las cosas, y menos a llegar de decir que puede atraerte los buenos resultados, creemos mas bien, en que el origen de todas las cosas es Dios y que en Dios y en su corazón misericordioso es que podemos nosotros contar con la bendición en toda clase de empresa que podamos emprender. Esto sin menoscabo de toda la motivación que el ser humano por naturaleza necesita para lograr un objetivo, aunque incluso esta motivación sea Superior, veamos por ejemplo el caso de David y Goliat, en ese ambiente del primero que recibido un comentario negativo fue del mismo rey Saúl (1Sam 17,33): “—No puedes ir tú solo a luchar contra ese filisteo —contestó Saúl—, porque aún eres muy joven; en cambio, él ha sido hombre de guerra desde su juventud”, pero como tenía una motivación superior, la seguridad que Dios lo acompañaba, no le permitía quitar su vista del objetivo a conseguir. O Noé que todos tildaban de loco pero tenía una motivación superior, así podemos mencionar tantos otros que dentro de la Palabra de Dios no relata que tenían una motivación superior.
                Sin embargo puede haber cristianos que fracasen en sus objetivos de vida porque esto al igual que todo lo demás es una propuesta de vida cada cual es libre de creer, y si tu no crees en esta motivación superior no lograras el objetivo.
                Desde el cristianismo podemos deducir de la importancia de la mente como elemento, en algunas partes de la biblia se refiere a corazón como elemento intimo pensante responsable de la actividad intelectual de donde tomamos decisiones para muestra Prov 4,23 según a la Biblia Latinoamericana (Bla): “Primero que nada, vigila tu corazón, porque en él está la fuente de la vida”, y en otra traducción de la Biblia Dios Habla Hoy (DHH) podemos leer: “Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida”, sin querer entrar en la estudio de hermenéutica bíblica, el objetivo es resaltar la importancia de la mente. 

Mente y Corazón en la Biblia


Tenemos otro ejemplo que es el de David, que leemos en 2 Sam 11,1-4 (DHH)
En cierta ocasión, durante la primavera, que es cuando los reyes acostumbran salir a campaña, David envió a Joab y a sus oficiales, con todo el ejército israelita, y destruyeron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabá. David, sin embargo, se quedó en Jerusalén. Una tarde, al levantarse David de su cama y pasearse por la azotea del palacio real, vio desde allí a una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Esta mujer estaba apenas purificándose de su período de menstruación. David mandó que averiguaran quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.

Leemos en este texto, vio desde allí a una mujer muy hermosa, podemos entonces deducir que es este ver pudo hacerse mucha imágenes de ella, podemos decir como modernamente se hizo una película de la que podía hacer con ella. Por eso que la sabiduría del Señor Jesús es Suprema al decir: Habéis oído que se dijo: 'no cometerás adulterio'. Pero yo os digo: 'todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mt 5,28), y definitivamente en este plano es que se fraguan todos los pecados, por eso nos dice: Ustedes han oído que a sus antepasados se les dijo: ‘No mates, pues el que mate será condenado’. Pero yo les digo que cualquiera que se enoje con su hermano, será condenado. Al que insulte a su hermano, lo juzgará la Junta Suprema; y el que injurie gravemente a su hermano, se hará merecedor del fuego del infierno” (Mt 5,21-22), y tan serio es esta materia para el Señor que no remarca: “Así que, si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,  deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda” (Mt 5,23-24), estas personas que tienen algo en contra de su hermano de alguna manera están matándolos en sus corazones.

“El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón (mente n.a.), y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca” (Lc 6,45), y es por eso que debemos desechar todo rencor de nuestro corazón, “Porque de adentro, es decir, del corazón (mente n.a.) de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio” (Mc 7,21-22). Pues entre otras cosas es por lo que la Iglesia nos enseña que existen pecados de Pensamiento, Palabra, Obra y Omisión, aunque el verdadero sitio donde nacen todos es en el corazón-mente, cuando ofendemos (pecado de palabra) lo pensamos primero en la mente, cuando actuamos en contra de la caridad y el amor (pecado de Obra) lo hemos pensado primero, e incluso cuando no hacemos nada para impedir un pecado o no hacemos nada para ayudar a nuestros hermanos aunque sea con simples gestos (pecado de omisión), hemos pensado previamente que no es tan importante o de forma egoísta hemos decidido no dejar de lado nuestra comodidad temporal, por esto mismo es que la Iglesia enseña que hay pecado veniales y mortales, y que estos mortales tienen tres condiciones para ser considerados como tal debe existir materia grave, conocimiento de que es pecado y conciencia de estarlo cometiendo, por ejemplo como pasa actualmente en Venezuela, hace unos días iba en autobús con todo lo difícil que es hacerlo actualmente en Venezuela, estaba una señora embarazada como de cinco (5) meses y nadie le dio el puesto, analicemos ahora la situación, imaginemos que nosotros estábamos sentados en ese mismo autobús, sabemos que esa señora puede abortar por esta parada con el autobús lleno y en el forcejeo puede pasar alguna tragedia (es de materia grave, vidas en juego), sabemos también que estamos llamados al amor (conocimiento que es pecado), y no haberlo hecho consciente que es una falta grave al Señor, esto según nuestra enseñanza de fe estaría al mismo nivel que un asesinato, o el pecado que hubiese cometido San Maximiliano Kolbe, sino hubiese tomado el lugar de aquel Judío en el campo de concentración Nazi.
La mente es factor importante en nuestras vidas, tanto para motivarnos como para lo referente al pecado, pero llevar al nivel de los mentalista es caer en otro terreno.
Herman@ querido como he escrito antes, el cristianismo es una opción más entre tanta y de todo corazón te digo yo no trato de convencerte, en la Iglesia quien convierte es El Espíritu Santo si este post fue inspirado por este mismo Espíritu te servirá para terminar de convencerte de llegar a los pies de la Cruz de Jesús Nuestro Señor.
Álvaro Claro

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