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viernes, 8 de junio de 2018

Celibato, La Multiforme Gracia de Dios



(tips 1) Celibato es el estado del soltero, o sea del célibe (en latín caelebs, caelibis). El término adquirió un sentido de compromiso, de opción de vida.


    Es imposible explicar la materia del celibato para este mundo cuyo príncipe es Satanás, el colorario es el siguiente: el celibato es obligatorio para ser sacerdote, pero el ser sacerdote no es obligatorio, existen muchas funciones en el cuerpo de Dios que es su iglesia, para muestra un botón, hay mas laicos que sacerdotes, porque hay una multiforme gracia de Dios que se manifiesta en su pueblo, por eso ser sacerdote no es obligatorio. El Señor mismo lo dijo:
“Pero El les dijo: No todos pueden aceptar este precepto, sino sólo aquellos a quienes les ha sido dado”. (Mateo 19,11)
 Además opino en particular que la mejor manera de tratar el tema del celibato es separarlo del tema de los escándalos sexuales de clero. Porque en realidad son temas distintos, problemas distintos. En apologética se evita mezclar temas.
    Mucho se ha dicho y escrito sobre el celibato pero la manera correcta de ver el celibato, es unirlo espiritualmente a la abstinencia, el ayuno y los sacrificios, se deben ver desde la misma óptica. Estas obras no aumenta la santidad ni la gloria de Dios, no son un ofrecimiento, (aunque que como ofrecimiento es merecedora de muchas gracias espirituales). Estas en realidad son renuncias, y renuncias que buscan hacernos dominarnos a nosotros mismo, dominar nuestro cuerpo y mente de donde salen todas las impurezas (Mateo 15,19 y Marcos 7,21). 

  (tips 2) La opción por el celibato puede ser religiosa, como se presenta entre los sacerdotes y monjas católicos, los monjes budistas y otras religiones; filosófica, como la opción de Platón por el estado celibatal; social, como se presenta en quienes optan por dicho estado como opción personal.

     Culturalmente nos muestra que las adicciones son el extremo de muchas conductas, por ejemplo alcohólico es quien anda por las calles, mal vestidos, mal oliente y pidiendo dinero para beber, cuando clínicamente (y así lo manejan los alcohólicos anónimos), es algo muy sugestivo, quien sienta que tiene alguna inclinación a beber y siente la necesidad de buscar ayuda es catalogado como un alcohólico y tiene varios grados en sus niveles de alcoholismo dependiendo que frecuencia, cantidad y condiciones en las cuales se ingiere el alcohol. Y así mismo pasa con los demás ámbitos de la vida. Es por hablando de la materia de este humilde articulo (el celibato), hay muchas personas que son esclavos de sexo, y/o adictos al sexo, e inclusive poco se habla pero se pueden dar pecados de lujuria dentro del matrimonio y con las misma pareja legítimamente casados, y todos estos casos deben ser tenido muy en cuenta y sobre todo analizado mediante los parámetros de observación ya mencionados.

     (tips 3) En el mundo occidental contemporáneo el concepto de celibato ha sido frecuentemente asociado a la Iglesia católica. Por su parte, Oriente conoce este estado por la Iglesia ortodoxa, el budismo y el hinduismo. Las opciones célibes de pensadores, escritores, artistas o líderes son menos conocidas que la de los religiosos, pero no por ello menos significativas.

     He conocido testimonios de personas cuyo pecados de la vida pasada eran sexuales y al llegar a Cristo han decidido quedarse solter@s y  manifiestan abiertamente que ese es el ayuno constante que le ofrecen a Dios, he conocido también casos en que los pecados es la ingesta de alcohol y esta personas a pesar de no ser consideradas en alcohólicas por el mundo, han abandonado este habito y su ayuno perpetuo es abstinencia de alcohol.

    Así renunciando a las cosas de placer es como dominamos nuestro cuerpo, esto es totalmente impopular en pleno siglo XXI, pero los padres de la iglesia, y el mismo Señor siempre lo indicaron así. Es increíble ver cuántas personas hay en la actualidad adictas al sexo, y que producto de esta sociedad hedonista ni siquiera se dan cuenta de su problema, es tan normal, en la televisión, en la radio, en internet, en la prensa y en nuestras conversaciones a diarios alguien saca el tema a colación, muchos dejando atrás el pudor y ventilando intimidades llegando incluso a ser malsanas. Basta ver televisión en las noches para quedar atónitos del coctel sexual en la televisión por cable e inclusive en algunos canales nacionales (señal abierta), en muchos casos se han vuelto muy buenos para disfrazar el mensaje mediante comerciales y/o dándoles un aspecto científico. Pero ante esta realidad el Señor nos ofrece LIBERTAD y LIBEERTAD en la castidad, y el caso de los sacerdotes LIBERTAD en el celibato.
“Mas quiero que estéis libres de preocupación. El soltero se preocupa por las cosas del Señor, cómo puede agradar al Señor;…” (1 Corintios 7,32-38)
   Ahora en este punto es necesario definir lo que es la verdadera libertad, de que se trata esta libertad, en esta sociedad hedonista, se nos enseña que entregarnos al pecado, a los excesos es libertad, sin decirnos que esta supuesta “libertad” trae consecuencias, caer en una adicción, cuantos alcohólicos, adictos al sexo, a las drogas, a los juegos, a la pornografía comenzaron como algo pasajero, como algo se hacía por diversión. E incluso esas religiones que están tan de moda como el budismo enseñan el desapego a todo y es tan cierto que la grandes religiones enseñan que dominando nuestros cuerpos es cuando somos verdaderamente libres. Y no son pocas las corrientes del pensamiento y/o religiones, que nada tiene que ver con el mundo cristiano, que pregonan este mismo principio de auto-dominación y desapego a las cosas de la carne. 
    El objetivo de que un diacono, sacerdote, religioso, obispo y hasta un laico comprometido sean célibes es que dominen su cuerpo.
“Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”. (Apocalipsis 14,4)
   Sin embargo es necesario explicar que cuando algún hombre es candidato para ser sacerdote siempre se le comunica las condiciones que tendrá en el resto de su vida, las condiciones de pobreza, castidad y obediencia, además de un conjunto de normas rigurosas como el sigilo sacramental, por lo que nadie puede luego de ordenado sacerdote, venir a desobedecer a su obispo alegando que no sabía de que se trataba, o por ejemplo romper el sigilo sacramental, alegando esto mismo.
    Ahora es necesario en este punto tocar el tema desde el punto de vista de las otras confesiones cristianas que no comprenden el celibato dentro de su justa medida sino que por el contrario, lo mal interpretan como una regla que impide casarse como si fuera universal o aun peor como si fuera un dogma de fe. Es necesario aclarar que en este aparte que el celibato no es dogma de fe, es una norma de disciplina y esta al mismo nivel que la obediencia, si un sacerdote viola el celibato o viola la obediencia está faltando a su ministerio en materia grave.
     Por otra parte tampoco es una norma universal, no toda la iglesia debe cumplir y más aun no todos los sacerdotes dentro de la iglesia están obligados a cumplir, esta norma disciplinaria que es aplicada un la Iglesia Católica Occidental o como es también conocido en el rito Romana, no es obligatoria  para los ritos Orientales (e incluye varios), en el rito oriental la norma es que como llega el candidato al momento de su llamado, así se mantiene durante el ejercicio de este ministerio, por ejemplo si el Señor te llamo al ministerio sacerdotal estando ya casado, el candidato debe mantenerse de esa manera durante el ejercicio del ministerio, claro está siguiendo la recomendación de San Pablo, los puestos de Obispos solo están reservados a los sacerdotes que han optado por el celibato dentro de estos ritos.

    Más allá de las razones históricas que puede haber llevado a la iglesia al celibato como regla, en la Iglesia Latina el celibato debe ser entendido como lo manifestó el Señor cuando enseñaba sobre el divorcio en Mateo 19, 10-13:
“le dijeron sus discípulos:
-si este es el caso del hombre en relación a su esposa, no conviene casarse.
Jesús les contesto:
-no todos pueden entender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados a causa del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda.”
   Álvaro Claro

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