(tips 1) Celibato es el estado
del soltero, o sea del célibe (en latín caelebs, caelibis).
El término adquirió un sentido de compromiso, de opción de vida.
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Es imposible explicar la materia
del celibato para este mundo cuyo príncipe es Satanás, el colorario es el
siguiente: el celibato es obligatorio
para ser sacerdote, pero el ser sacerdote no es obligatorio, existen muchas
funciones en el cuerpo de Dios que es su iglesia, para muestra un botón, hay
mas laicos que sacerdotes, porque hay una multiforme gracia de Dios que se
manifiesta en su pueblo, por eso ser sacerdote no es obligatorio. El Señor
mismo lo dijo:
“Pero El les dijo: No todos
pueden aceptar este precepto, sino sólo aquellos a quienes les ha sido dado”. (Mateo
19,11)
Además opino en particular que la
mejor manera de tratar el tema del celibato es separarlo del tema de los
escándalos sexuales de clero. Porque en realidad son temas distintos, problemas
distintos. En apologética se evita mezclar temas.
Mucho se ha dicho y escrito sobre
el celibato pero la manera correcta de ver el celibato, es unirlo espiritualmente a la abstinencia, el ayuno y los sacrificios, se deben
ver desde la misma óptica. Estas obras no aumenta la santidad ni la gloria de
Dios, no son un ofrecimiento, (aunque que como ofrecimiento es merecedora de
muchas gracias espirituales). Estas en realidad son renuncias, y renuncias que
buscan hacernos dominarnos a nosotros mismo, dominar nuestro cuerpo y mente de
donde salen todas las impurezas (Mateo 15,19 y Marcos 7,21).
(tips 2) La opción por el celibato
puede ser religiosa, como se presenta entre los sacerdotes y monjas
católicos, los monjes budistas y otras religiones; filosófica, como la
opción de Platón por el estado celibatal; social, como se presenta en
quienes optan por dicho estado como opción personal.
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Culturalmente nos muestra que las adicciones son el extremo de muchas
conductas, por ejemplo alcohólico es quien anda por las calles, mal vestidos,
mal oliente y pidiendo dinero para beber, cuando clínicamente (y así lo manejan
los alcohólicos anónimos), es algo muy sugestivo, quien sienta que tiene
alguna inclinación a beber y siente la necesidad de buscar ayuda es catalogado
como un alcohólico y tiene varios grados en sus niveles de alcoholismo
dependiendo que frecuencia, cantidad y condiciones en las cuales se ingiere el
alcohol. Y así mismo pasa con los demás ámbitos de la vida. Es por hablando de
la materia de este humilde articulo (el celibato), hay muchas personas que son
esclavos de sexo, y/o adictos al sexo, e inclusive poco se habla pero se pueden
dar pecados de lujuria dentro del matrimonio y con las misma pareja
legítimamente casados, y todos estos casos deben ser tenido muy en cuenta y
sobre todo analizado mediante los parámetros de observación ya mencionados.
(tips 3) En el mundo occidental contemporáneo el concepto de celibato ha sido frecuentemente asociado a la Iglesia católica. Por su parte, Oriente conoce este estado por la Iglesia ortodoxa, el budismo y el hinduismo. Las opciones célibes de pensadores, escritores, artistas o líderes son menos conocidas que la de los religiosos, pero no por ello menos significativas.
He conocido testimonios de personas cuyo pecados de la vida pasada
eran sexuales y al llegar a Cristo han decidido quedarse solter@s y manifiestan abiertamente que ese es el ayuno
constante que le ofrecen a Dios, he conocido también casos en que los pecados
es la ingesta de alcohol y esta personas a pesar de no ser consideradas en
alcohólicas por el mundo, han abandonado este habito y su ayuno perpetuo es
abstinencia de alcohol.
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Así renunciando a las cosas de
placer es como dominamos nuestro cuerpo, esto es totalmente impopular en pleno
siglo XXI, pero los padres de la iglesia, y el mismo Señor siempre lo indicaron
así. Es increíble ver cuántas personas hay en la actualidad adictas al sexo, y
que producto de esta sociedad hedonista ni siquiera se dan cuenta de su
problema, es tan normal, en la televisión, en la radio, en internet, en la
prensa y en nuestras conversaciones a diarios alguien saca el tema a colación,
muchos dejando atrás el pudor y ventilando intimidades llegando incluso a ser malsanas.
Basta ver televisión en las noches para quedar atónitos del coctel sexual en la
televisión por cable e inclusive en algunos canales nacionales (señal abierta),
en muchos casos se han vuelto muy buenos para disfrazar el mensaje mediante
comerciales y/o dándoles un aspecto científico. Pero ante esta realidad el
Señor nos ofrece LIBERTAD y LIBEERTAD en la castidad, y el caso de los
sacerdotes LIBERTAD en el celibato.
“Mas quiero que estéis libres de
preocupación. El soltero se preocupa por las cosas del Señor, cómo puede
agradar al Señor;…” (1 Corintios 7,32-38)
Ahora en este punto es necesario
definir lo que es la verdadera libertad, de que se trata esta libertad, en esta
sociedad hedonista, se nos enseña que entregarnos al pecado, a los excesos es
libertad, sin decirnos que esta supuesta “libertad” trae consecuencias, caer en
una adicción, cuantos alcohólicos, adictos al sexo, a las drogas, a los juegos,
a la pornografía comenzaron como algo pasajero, como algo se hacía por
diversión. E incluso esas religiones que están tan de moda como el budismo
enseñan el desapego a todo y es tan cierto que la grandes religiones enseñan
que dominando nuestros cuerpos es cuando somos verdaderamente libres. Y no son
pocas las corrientes del pensamiento y/o religiones, que nada tiene que ver con
el mundo cristiano, que pregonan este mismo principio de auto-dominación y
desapego a las cosas de la carne.
El objetivo de que un diacono,
sacerdote, religioso, obispo y hasta un laico comprometido sean célibes es que
dominen su cuerpo.
“Estos son los que no se han
contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero
adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como
primicias para Dios y para el Cordero”. (Apocalipsis 14,4)
Sin embargo es
necesario explicar que cuando algún hombre es candidato para ser sacerdote
siempre se le comunica las condiciones que tendrá en el resto de su vida, las
condiciones de pobreza, castidad y obediencia, además de un conjunto de normas
rigurosas como el sigilo sacramental, por lo que nadie puede luego de ordenado
sacerdote, venir a desobedecer a su obispo alegando que no sabía de que se
trataba, o por ejemplo romper el sigilo sacramental, alegando esto mismo.
Ahora es
necesario en este punto tocar el tema desde el punto de vista de las otras
confesiones cristianas que no comprenden el celibato dentro de su justa medida
sino que por el contrario, lo mal interpretan como una regla que impide casarse
como si fuera universal o aun peor como si fuera un dogma de fe. Es necesario
aclarar que en este aparte que el celibato no es dogma de fe, es una norma de
disciplina y esta al mismo nivel que la obediencia, si un sacerdote viola el
celibato o viola la obediencia está faltando a su ministerio en materia grave.
Por otra
parte tampoco es una norma universal, no toda la iglesia debe cumplir y más aun
no todos los sacerdotes dentro de la iglesia están obligados a cumplir, esta
norma disciplinaria que es aplicada un la Iglesia Católica Occidental o como es
también conocido en el rito Romana, no es obligatoria para los ritos Orientales (e incluye varios),
en el rito oriental la norma es que como llega el candidato al momento de su
llamado, así se mantiene durante el ejercicio de este ministerio, por ejemplo
si el Señor te llamo al ministerio sacerdotal estando ya casado, el candidato
debe mantenerse de esa manera durante el ejercicio del ministerio, claro está
siguiendo la recomendación de San Pablo, los puestos de Obispos solo están
reservados a los sacerdotes que han optado por el celibato dentro de estos
ritos.
Más allá de
las razones históricas que puede haber llevado a la iglesia al celibato como
regla, en la Iglesia Latina el celibato debe ser entendido como lo manifestó el
Señor cuando enseñaba sobre el divorcio en Mateo
19, 10-13:
“le dijeron
sus discípulos:
-si este es el caso del hombre en relación a su esposa, no conviene
casarse.
Jesús les
contesto:
-no todos
pueden entender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que
lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos
ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres,
y otros viven como incapacitados a causa
del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda.”
Álvaro Claro
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