Mi Historia IV, El testimonio familiar va adelante

   Para comenzar esta entrega es necesario aclarar algo es lo referente a que he estado usando términos que muchos no manejan pero estén tranquilos luego de terminar mi historia voy comenzar a publicar lo referente a lo que he aprendido de mi Señor, estando en su servicio. Mientras trato de hacer lo que puedo para explicar algunas cosas dentro del mismo relato.

El testimonio familiar va adelante

   La primera semilla de la fe viene dada de la casa, si en casa no se sigue una fe verdadera con testimonio, con acciones, con ejemplo, a ti como individuo que está en formación no se trasmitirá sino lo mismo, lean lo que me paso, estando ya comenzada mi preparación las hermanitas de Lumen Dei me invitan a hacerme cruzado mariana (en las cruzadas marianas a nivel mundial) para ello me toman unos datos y me entregan un folleto en el cual está mi compromiso como cruzado mariano, que no era más que tres avemarías para que el Señor me mantenga alejado del pecado; pero en el mismo folleto esta la forma de cómo rezar el rosario por el cual me interese y de forma personal me puse a rezarlo. En ese momento vivía en casa de mi amigo Víctor indague a ver si él lo sabia pero no lo sabía, a todas esta compro mi camándula (después de cuatro años aprendió que se llama así) para rezar el rosario y comienzo a hacerlo de manera personal (luego supe que lo estaba haciendo mal) y me daba tanta paz que nunca quise dejar de rezarlo, aunque al mes de estarlo rezando saque cuentas fíjense: en las iglesias siempre se ven a las mujeres rezándolo, en mi casa solo lo rezaba mi abuela, nunca vi a mi abuelo haciéndolo o a mis tíos y mi papá ni se diga menos que menos, por lo que empecé a hacerlo escondido por miedo a que dijeran que yo era "maricon" pero al tiempo de estarlo rezando así se volvió un problema y me dirigí a donde las hermanitas, y con cara seria les digo hermanitas no tendrán por allí un rosario para hombres extiendo mis manos con mi camándula en una y el folleto en la otra, y les explico todo, ella se rieron (pero no de burla sino por el mal entendido) y me aclararon que eso era un ejercicio espiritual universal de la iglesia todos lo hacían. Se solvento el inconveniente pero yo seguí en algo y era que sentía que no lo estaba haciendo bien y nuevamente se aparece Mariale y le pregunto, ella si me enseño, pero hay cosas en el vida que así te enseñe solo se aprenden en la práctica y así es la caridad que nos pide Dios solo se obtiene en la práctica.

Mi 1er encuentro con Dios

   Para seguir siendo sincero con ustedes debo admitir que yo era muy testarudo el Señor me quería bendecir con toda clases de bendiciones y yo me negaba a recibir esas bendiciones, ahora luego de prestar mi servicio en favor del Señor, se que esas son estrategias del enemigo (no dejar pasar las bendiciones) para que uno como nuevo creyente desista de seguir buscando a Dios.

   En fin, fiel a mi palabra (con Mariale) dure cuatro meses en la preparación para la Primera Comunión, de hecho cuando me toco hacerla ya tenía yo recién cumplidos 19 años, saben después de todo y en ese momento digo valió la pena. Luego de esos cuatro llego el gran día el jueves de la semana anterior (16 de julio del 2004), el Señor Gerardo me aviso que tenía que hacer mi examen de conciencia en realidad no tenía muy claro todo eso de la confesión, no sabía toda la liberación, la paz y el perdón que uno puede obtener mediante este sacramento y como muchas cosas en mi vida me tocaría descubrirlo por mi mismo (empíricamente), todo ese fin de semana estuve meditando sobre mi vida mis pecado pues mi primera confesión tenia fecha el 19 de julio de ese mismo año; estaba muy nervioso, como las cosas del enemigo me hizo creer en mi mente (yo sufría mucho ataques en ella, pues yo se la había entregado desde el mismo momento que me dispuse a estudiar ocultismo) que la confesión en vez de ser un perdón era un examen para saber que tan pecador era yo y luego el sacerdote se levantaría y me señalaría y me diría: -"Sal de aquí pecador no mereces estar aquí". Pero para la Gloria de Dios eso era solo en mi imaginación eso nunca sucedió lo que si sucedió fue mi liberación de todos mis pecados. El día 19 de julio, lunes me Salí temprano de una clase en la universidad me dirigí a la congregación, estaba muy nervioso me temblaban las piernas, llegue salude y me dicen que espere que el sacerdote ya va a llegar, espero hasta la hora y efectivamente llega el sacerdote, le avisan y entro con él al confesionario, él usa la formula vieja para la confesión pero que provechosa esta fórmula para quien se va a confesar por primera vez, yo me sentí en intimidad con Dios en ese momento; comencé declare TODOS MIS PECADOS (ayudado por el también porque por los nervios hubo en momento que me tranque y también por la severidad de estos), y luego el padre levanta sus manos y dice: "DIOS PADRE MISERICORDIOSO, QUE RECONCILIÓ CONSIGO AL MUNDO POR LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE SU HIJO Y DERRAMÓ EL ESPÍRITU SANTO PARA LA REMISIÓN DE LOS PECADOS, TE CONCEDA, POR EL MINISTERIO DE LA IGLESIA, EL PERDÓN Y LA PAZ. YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO". En ese mismo momento ya respondí AMÉN, y ese momento sentí una paz que me envolvió, sentí como debe sentir uno dentro del vientre de su madre, pero esta vez era consciente de lo que estaba sintiendo y de lo que había recibido. Fue maravilloso de quienes me conocen saben que yo no corro no me gusta, ese día salí de allí corriendo y dando saltos me sentía libre, me sentía perdonado, me sentía amado por Dios. Pero que difícil a pesar de ese amor que sentí hacer mis renuncias. Y desde ese día nunca puse en duda el magisterio de la Iglesia conferido en sus sacerdotes. 

El día que vencí al enemigo

   El mismo día de mi 1era confesión el Señor Gerardo me dijo, hermanito usted ya está listo para hacer la Primera Comunión, me asombre mucho pues pensé que tendría que esperar más, y a la vez me parecía mentira iba a conocer al Señor y más aun me iba a unir con Él sinceramente no entendía mucho eso de el pan y vino, cuerpo y sangre del Señor, eso era otra cosa que tendría que descubrir por mi mismo también. A estas las hermanitas me invitan a un retiro a realizarse ese fin de semana Sábado-Domingo 24 y 25 julio gratuito solo tenía que asistir llevando mi comida, agua y disposición a escuchar de la palabra de Dios. Pero al llegar el viernes mi encontré sin dinero en mi casa había muchas personas desempleadas (estaba viviendo en Maracay con mis hermanos paternos y su mamá) y no había dinero, le pedí prestado dinero a cuanto conocía pero ninguno (decían) tenía dinero. Por lo que me sumí en una profunda depresión porque no pude asistir al retiro no iba poder hacer la Primera Comunión con las hermanitas y el Señor Gerardo, fue tanta la depresión el sábado que debía asistir al retiro ni siquiera me levante de mi cama, solo a comer. Pero en la tarde como a eso de las cuatro de la tarde paso lo que nunca hubiese imaginado, recuerdan yo en ese momento era rosacruz, allí me enseñaban que el diablo no existe pero en un momento de lucidez cuando me encontraba pensando si era que yo no era digno de encontrarme con Dios por mis pecados pero pensé enseguida si yo fui perdonado no debo nada a Dios, me incorpore de un saldo tome mi ropa de salir, me la puse y dije un pensamiento en voz alta: "el diablo no me va ganar esta, ya me ha ganado muchas", y con el mismo impulso salí pregunte a mi familia donde quedaba la iglesia y me dispuse a ir, y efectivamente fui, vi donde quedaba y la encontré cerrada; cosa que me sorprendió porque mi formación de Primera Comunión la recibí en un capilla de Adoración perpetua y siempre estaba abierta, pero mi decisión era firma iba a hacer la Primera Comunión ese fin de semana como estaba previsto total ya el Señor Gerardo me había avisado que estaba totalmente facultado para hacerlo. Paso siguiente estando al frente de la parroquia la Santísima Trinidad revise el horario de las misas leí Domingos a las 10 am.

   Al día siguiente (domingo, 25 de julio del 2004) me levante muy temprano como a las seis de la mañana me bañe para hacer un rosario y esperar para irme a la iglesia a hacer mi Primera Comunión, el tiempo pasaba muy lento sentí que nunca iba a llegar la hora de mi encuentro con Dios, se hizo las nueve decidí irme sin desayunar a esa mismo hora y esperar en la iglesia, pude entrar por fin y por primera vez a la iglesia era muy iluminada bastante moderna su arquitectura, me pareció muy bien mejor de lo que yo esperaba para hacer mi Primera Comunión, una vez más revisando este relato en mi mente me doy cuenta de cómo el Señor me ha querido siempre, me senté sinceramente a ver a los lados pues estaba muy nervioso, llego la misa estuve muy atento a toda la misa, pero en realidad no me sabia el orden de la misa por lo que estuve más atento, pues el Señor Gerardo me había dicho cuando veas que hacen la fila en el centro de la iglesia es para la comunión y desde el comienzo estuve pendiente de la fila, antes de poder darme llego el momento de la consagración me arrodille como todos e hice una oración con todo mi corazón dije Señor hazte presente aquí conmigo con nosotros, y si no soy digno de recibirte házmelo saber y espero que no esté haciendo nada malo recibiéndote, luego el Padre Nuestro, luego la Paz (en la cual estaba súper cortado pues no conocía a nadie) y luego sin darme cuenta empezaron a hacer la fila; me puse de ultimo, deje pasar gente y pasar y pasar hasta que ya no llego nadie a la fila, y listo era mi encuentro definitivo con el Señor, de verdad tenía miedo de encontrarme con Él, pues sabía que luego de eso mi vida comenzaría a cambiar y como una persona normal me daban miedo los cambios, entretanto la fila fue corriendo y llego mi turno tenía mucho nervio, Padre Chamberline extiende su mano con la sagrada forma y me dice: "Cuerpo de Cristo", de verdad se me olvido todo pero en la iglesia a todo se responde Amén fue lo único que recordé y dije: "Amén", un amen tembloroso; en ese mismo instante tengo al Señor en mi boca y sentí como si el techo del templo se abriera y un baño de paz de amor cubrió mi vida, sentí que en ese momento Jesús me abrazo en un abrazo fraterno del cual nunca quise despegarme, me sentí ese día como se sienten los hijos de Dios, me sentí ese día como el niño de los ojos de Dios, fue algo inexplicable y partir de allí mi vida comenzó a cambiar radicalmente.

   Debo hablarles con la verdad a pesar de estos dos encuentros con Dios yo seguía sin hacer mis renuncias seguía bebiendo mucho y seguía siendo rosacruz, pues era muy testarudo para abrirme así no más a la gracia de Dios, pero esto me hizo experimentar cosas en mi vida que me ayudaron a conocer una manera más cercana a Dios comprobar que si me ama y sobre todo nunca más tener dudas con respecto a Él y con respecto a su Iglesia extendida por toda la tierra.