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viernes, 1 de mayo de 2009

Mi Historia II, Mi Encuentro con el diablo

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   Para esta entrega quiero relatarles la historia de mi adolescencia, con un nuevo cambio en mi situación de vida, esta vez vivía con mi padre y mi hermano, esto no me ayudaba para nada en mi vida espiritual, tempranamente fui presa fácil de lo que parecía ser licito dentro de la iglesia (a mi entender porque mucha gente lo practicaba, incluso dentro de la iglesia), empecé a interesarme por el horóscopo, por la astrología, por las runas, de tal manera que esto me atraía que era casi una obsesión. Amigos a cuanto habré llevado al error doctrinal, que pena. 

Mi Encuentro con el diablo

Mi Encuentro con el diablo
   A pesar de todo eso no fue lo peor, lo peor para este punto fue una extraña afición que tome por creer que la ouija es un "juego", y sin dirección doctrinal todo esto era aun más atractivo, y es que un error te lleva a otro, y así el diablo que es astuto te va llevando a sus fauces.
  Para empezar conseguimos el tablero, yo a pesar que no quería jugarlo, al final algo me llevo a jugarlo, (como cosa diabólica) ninguno de los presentes que eran tres mas aparte de mi, sabía cómo funcionaba, incluso no pudieron hacerlo funcionar, entre en acción yo como si siempre lo hubiese jugado (que estrategia de diablo hacerte creer que sabes mucho), lo coloque en posición, hice la oración de invocación a la entidad que iba a hacer contacto con nosotros. Fueron tres veces en menos de un mes que estuve usando la tabla, en realidad las inquietudes no eran más que cosas de adolescentes pero el saberlas ejercía un gran influjo en mí. Al terminar en cada ocasión la sesión evaluaba como lo había aprendido en los medios de comunicación, que pintan la situación como algo extraordinaria, cuando sin necesidad de ser extraordinaria puede tener graves consecuencias. En mi situación no hubo algo extraordinario, no hubo nadie poseído, nadie se lanzo de ninguna piso, nadie comenzó a vomitar como loco, en fin ninguna de las cosas que los medios de comunicación te dicen que pasan en esos casos; en mi caso fue algo diferente a ese panorama, según pareció en el momento no hubo consecuencias, pero las consecuencias se empezaron a manifestar un año después.
  Un año después comencé a tener sugestiones demoniacas, voces en mi cabeza que me invitaban a quitarme la vida, voces que sólo aparecían cuando estaba triste, voces que nunca en mi vida había escuchado, voces que en el silencio de mi soledad eran cuando me perturbaban. Por ese tiempo estando yo, en el penúltimo año (4 to) de culminar mi bachillerato (secundaria), empezaban las invitaciones a las fiestas, invitaciones a tomar, invitaciones al sexo desenfrenado y como nunca faltan invitaciones a las drogas, muchas las rechace pero otra las acepte por que llenaban aunque momentáneamente mi soledad a la cual le había tomado tanto miedo, y así la rumbas y el alcohol fueron mis compañeras ante esa realidad que me agobiaba pero no sabía todavía que era, pues no creía en el diablo, no creía en su existencia y que el tenia poder para hacer aflorar esos deseos de suicidio que tanto miedo me daban. 

El Camino que no era
   En mi caminar seguí sin tomar en cuenta la situación hasta que en un momento no pude seguir ignorándolo, comencé a ver personas muertas, personas que nunca me inspiraron ninguna confianza y ninguna tranquilidad, allí después de ese momento no pude seguir pasándolo por alto esa experiencia si me trastoco y tocaron mi vida por la tristeza con que esa experiencia toco mi corazón.
   En ese momento de desesperación se puso delante de mí, la opción que al fin y al cabo me trajo hasta aquí, la Antigua Mística Orden Rosa Cruz (por sus siglas en español), guao eso fue para mí una salvación, rápidamente me entusiasme de todo ese mundo, queriendo conocer todo en muy poco tiempo, llenando toda la información a la que podía tener acceso. Este camino no era el correcto, más adelante explico por qué, pero si he de admitir que fue de gran ayuda, me proporciono paz, sólo que esta paz no estuvo nunca fundamentada en Dios, por lo que sólo era pasajera, una paz que sólo era tranquilidad.
   Era para mí fácil estar en esta orden no requería para mi ninguna conversión y/o ningún cambiar de estilo de vida, rápido se me enseño que eso sería producto de un proceso de crecimiento personal y espiritual, que a medida que avanzara en mis lecciones, iría avanzando el mi crecimiento en todos los aspectos de mi vida. Por lo que deje de preocuparme por eso, y también por cuál sería mi futuro pues también rápidamente aprendí que hiciese lo que hiciese en mí vida los resultados siempre serian los mismo pues, estábamos regidos por una ley del "dharma" y del "kharma", es decir antes de nacer en "esta vida" ya producto de mis vidas anteriores tenía un propósito de vida y tenía una recompensa por la acumulación de cosas buenas y malas que había hecho en "mi vida pasada", por lo tanto deje de pensar en el futuro, cuando me iba bien pensaba que había sido buena persona en "mi vida pasada" y cuando me iba mal pensaba que había sido una mala persona en "mi vida pasada".
   A todo esto ahora que conocí al verdadero Dios, solo puedo de decir que era mi bestia (en el sentido apocalíptico), era eso atrayente que solo me desviaba el camino del verdadero Dios. Pero más adelante expongo las razones de por qué ahora lo considero así…
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